Sin el amor que encanta la soledad de un ermitaño espanta,
pero es más espantosa todavía la soledad de dos
en compañía.
(Anónimo)
Celos del aire que respiras porque osado te toca,
celos del sol radiante que tu piel acaricia.
Celos de quien te mira con malicia.
Gaviota.
Como pensar en la gaviota que está mar adentro
si en la nave de mi amor estás tu solamente,
y como piensas que el dìa de pronto acaba
si la llama de amor ardiente quema.
Anónimo.
domingo, 29 de abril de 2012
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