Cuando se tienen los hijos
el corazón se reparte
y a cada uno se le da su parte.
Cuando están en ausencia
hacen falta y se añoran.
Se achica el corazòn y
la cabeza da vueltas
quisiéramos tener alas
para protegerlos.
Ahora en este mundo
de tanta maldad se
desespera la vida.
Los hijos se bendicen,
se les piensa y se les
extraña, se les cuida.
Que el Dios del Universo
Bendiga a los hijos.
PARA JURY, JUAN Y MI NIÑA RINA.
domingo, 1 de abril de 2012
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