El que conoce la verdad la da y esa verdad está en nuestro Cristo Redentor quien nos da vida eterna y no nos abandona ni en los momentos de tristeza. Lejos de ti mi Jesús los pájaros no me dan su trinar con alegría, la luz del sol se opaca y pareciera que no saldrá más. Se diluyen mis sueños y estoy inerte sin tu protección.
Por todo eso y mucho más, es que he decidido vivir en tu presencia para que aquí la vida me sonría y perciba toda la belleza del paisaje, el encanto del amor dado al hijo, al hermano, al recuerdo de la madre si la tenemos ausente, al pariente, al amigo y proyectar y alabar tu nombre, ser una pequeña partícula del Universo dentro de toda la belleza que nos das. Amo al mar, amo sus olas, el encanto de un saludo afectuoso, la mirada de un desconocido que pareciera conocerme porque tu me presentas, soy en ti Padre Celestial, no abandones a tus hijos, demos de beber al que tiene sed, abrigo al desnudo y comida al que tiene hambre. Haznos Señor transparentes y obedientes a tu palabra, a tu encanto, a tu voz.
Bendice a nuestra Patria Venezuela . Bendice al Mundo entero sediento de tu palabra y ahogado en la indiferencia, vanidad,
en la ignorancia y en la poca fe. Dale fuerza y valor a los que pregonan tu palabra y cumplen tus mandamientos.
Te amo Jesús y mi anhelo es verte allí donde empieza la vida junto a ti.
Yolanda Peraza
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