Para seguir andando y soportar la cotidianidad de la vida, hay que volverse roca y no sucumbir ante los avatares. Tomar aliento del propio aliento, no amilanarse ni hacer ídolos de barro que al soplo del viento revientan en mil pedazos y sólo se asemejan a bufones sin gracia y sin acento. La vida puede más, la brisa que acaricia nuestra cara es un fehaciente presente que nos dice hoy, el mañana es incierto, vivir hoy es lo importante, alistarse y alzar vuelo es lo mejor. Tu eres la figura principal. Inventa tu propia novela y guíate y oriéntate hacia un final feliz. La filosofía de la vida te dice que eres tu sólo el creador de tu propio destino, los demás son bufones de una comedia hueca que no oye el aplauso porque no hay una sustentación perfecta de la comedia o drama a seguir.
Duerme en el silencio de la noche y siente la plenitud y la paz que trae consigo el silencio. Comulgar con el silencio te muestra la fuerza de tu yo interno que te dice cuan importante eres.
Empieza el carnaval
comienza la majestuosidad
y su brillo.
Los príncipes, las hadas,
los bufones y personajes de
sueños e idealizaciones vuelven
a esconderse en la imaginación
de los niños.
Los jóvenes y adultos pasaron
el tiempo de esos sueños.
Si pudiese volver a soñar como niña
no sentiría la pesada carga de un
presente diferente.
Yolanda Peraza
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