Tus manos, tu piel
expresan la soledad de un cuerpo
que misterioso e enigmático
camina por la acera.
Los pies mojados por la lluvia
marcan senderos de inescrutables espacios,
tu mirada profunda
agudiza y ve más allá del infinito.
El verbo como caballo desbocado
manifiesta inquietudes y enriquece con sabia
divina de amor.
El contacto de tus manos permite
que se palpen los colores,
se hace un idioma especial
Dos seres en la noche
por distintos caminos
se encuentran y hacen un nido de amor
comparable al vaivén de las olas.
Eres manantial que bulle,
eres ser especial,
eres nido de ternura.
Bendita savia de divino amor
descanso al caminante
oàsis de dulzura,
afuera los cuerpos desnudos
de los demàs hombres.
Nosotros en soledad
saboreando en la distancia
la caricia sublime de la entrega.
Sencillos y profundos
decires de cosas imaginadas
que pasan como ráfaga
y rompen la piel.
Éxtasis, quizás locura
momentos de total entrega
entrelazados cuerpos, inquietudes,
soledades se amalgaman en un hombre y una mujer
que amándose en la poesía
mueren de amor en cada día.
martes, 5 de agosto de 2008
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