Estoy, soy, voy,
el camino es largo y penoso
las horas van pasando lentamente
en cada amanecer hay un ayer que cargar
a cuestas.
En el sendero descanso, pienso
me transmuto, me esparzo en agonía.
Lejos diviso la lejana tierra
a mi lado el sol, las estrellas, el firmamento
sintíendome como una hoja trasladada por el viento.
A mi lado yacen los c uerpos de los ya idos,
pienso... soy... existo... porque estoy.
El pesado cuerpo no me permite volar...
prisionera de él continuo el ritmo de la vida.
Mientras mi espíritu espera el día de su partida.
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