Los hijos de mis hijos
son mis nietos.
Hechos de amor y de
ternura.
Hechos de cosas imaginadas
bellas cosas que anidan
en el alma.
Se tocan, se acarician
como un cristal.
Luego crecen y al ritmo
de la vida van dejando
el sabor dulce de los
segundos hijos.
martes, 17 de junio de 2008
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