Dormir sin estar dormida
es sentir el sonido tenue
de la brisa que aunado
al silencio de la noche
me hace pensar en ti.
Dormir sin estar dormida
es recorrerte en el tiempo
ver pasar imágenes
remover los momentos.
Evadirme...
Luego es soñar y en esos sueños
no querer despertar a esta soledad
de tu ausencia y sin querer
pensar que te estoy pensando
sin siquiera comparar el pensarte
dormida sin dormir y soñarte despierta
sin dormir y dormir quedamente con el
deseo ferviente de volverte a pensar.

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