En la vida del poeta se presenta la
ocasión de amar por un instante
cuando se sensibiliza el corazón.
Lo damos todo sin ver que estamos
jugando con fuego y decimos al
amigo lo mucho que le queremos.
Sin embargo y sin razón
nos hieren con el desdén,
será que no sienten lo mismo
y se pierde la ilusión.
Esa que al decir la palabra
llega muy dentro al corazón.
Amar en las cosas, amar a la gente
ver la vida de una forma diferente.
No hay malicia ni mala intención
sólo el verbo desbocado que nos sensibiliza
para hacernos diferente.
Luego la realidad es otra
y la lucha es por igual
de tener la fortaleza de soportar
la tristeza y vivir la realidad
realidad que a veces nos
hiere y casi que sucumbimos.
Sin embargo en este mundo tan
contradictorio luchemos
por ser mejores y veamos
al amigo sintiendo con su dolor
o disfrutar de su alegría
pero siempre con amor.
Amo en las cosas, amo a la gente,
lucho por no sucumbir a
veces, y de repente tengo
fuerzas para hacer a este mundo
diferente, donde no veo,
ni existe la maldad, aún
cuando me hieran así
de repente.
Por eso digo que la vida
del poeta es muy diferente.
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