EL ANGEL DE YOLANDA
Era una niña triste que no encontraba motivos para sonreír, estaba casi siempre de mal humor, distraída o pensativa así transcurría su vida diaria, sin razones para sentir la alegría, hacia todo co
mo se lo indicaban, pero solamente era para no tener problemas con los demás personas.
.
Estando en un momento de intena meditación pudo sentir la presencia luminosa de un guía, bueno así
se identificócon ella - Soy un guía espritual que vengo darte la alegría para que sientas la vida más
grata - le dijo - desde hoy en adelante no estarás más sola, sentirás la presencia y el cálido abrazo de
un ángel que te va a acompañar por un largo tiempo, finalizado ese tiempo tendrás motivos para no
sentirte más triste y en los momentos de análisis ya no habrá dudas en tu corazón- Este luminoso
ser o guía espiritual se separó de la presencia de la niña y se fué como un rayo de luz hacia el silen
cio, me imagino que hacia el silencio, porque luego lo que hubo fue como una gran comunión espi
ritual entre aquel ángel y la niña que no conseguía motivos para sonreír. En ángel era bonito de vez en cuando se hacia invisible, pero cuando la niña se ponía triste apareciía el ángel y la hacia reir
con alguna travesura. Transcurrió un largo tiempo, ella no sabe si fueron horas, días, o años, en el
plano espiritual el tiempo es eterno. Pasado ese lapso volvió a quedarse sola, aquel bello ángel te-
nía que darle alegría a otros niños, pero ya la niña nunca más se volviò a poner triste, porque el
ángel le había habladodel amor, de la esperanza y de la calma.
Experimentando todas estas emociones ya no había espacio para la tristeza, ella comprendía que en
algún tiempo, en alguna galaxia algún día se conseguiría de nuevo con su precioso ángel- incluso
imaginaba que al salir la luna iluminando el cielo con las estrellas el ángel le sonreiría en alguna
de ellas.
Al transcurrir el tiempo la niña se fue haciendo mujer, pero siempre recordaba a su ángel con gran
vehemencia y deseos de volverlo a ver como antes, sabía que los milagros no ocurren todos los días,
pero con la fe puesta en Dios y su guía espiritual a veces pasaba las noches visualizando otro encuen
tro con su ángel, tanto fue su anhelo que una noche en sueños logró vierlo muy sonriente, ella con
mucha alegría pudo tocarlo ligeramente, irradiándose de luz. Intento muchas veces estos encuentros
con la gran suerte que algunas veces lograba su obetivo. Así fué pasando su vida cumpliendo con sus
deberes cotidianos con optimismo y otras en forma mística lograba transportarse hacia recónditos
lugares inimaginables donde disfrutaba de una intensa calma emanando su espíritu la paz que re
quería su cuerpo físico para cumplir con la estadía en este plano de vida.
Como ocurre en las historiass, la niña siguió su curso de existencia hasta el final, pero aliimentada
siempre por ese bendito recuerdo que la hacía eufórica, pletórica de riquezas espirituales.
g
lunes, 12 de noviembre de 2012
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)

No hay comentarios.:
Publicar un comentario