Gustavo Dudamel
absorto por la música
se crece en escena
domina el ritmo musical.
Es propio de su genio
de su don divino
quiera el cielo que haya
muchos Dudameles para que
con el arte se hagan grandes y orgullo
de nuestra Venezuela.
Adelante Gustavo, el público es tuyo
enciéndete de música
haznos vibrar en esas melodías
que ennoblecen el alma
transformando todo sentimiento
en alegría.
Escucha ahora el aplauso, ese que enloquece
a todo artista nato que siente la emoción
de la gente.
Dudamel, gloria de nuestro país
orgullo de su gente.
Toma esa batuta, transporta a tu público
y alegra a las estrellas, esas del firmamento.
sábado, 25 de junio de 2011
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