Qué pasó
se silenció tu voz
se acallaron las voces
de tus sueños.
Acaso la voràgine de
la indiferencia
se afianzò en tì.
No sientes el abrazo
tierno y el beso
càlido que arropa
tu cuerpo.
Me aferro a ti
y siento la calidez
de tu alma que
me cubre.
Entonces ven que
te necesito.
jueves, 18 de diciembre de 2008
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