Qué pasó se silencio tu voz
se acallaron las voces de tus sueños.
Acaso la voràgine de la indiferencia
se afianzó en ti.
No sientes el abrazo tierno y el beso
cálido que arropa tu cuerpo.
Me aferro a ti y siento la calidez
de tu alma que me cubre.
Entonces ven que te necesito.
viernes, 5 de diciembre de 2008
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