Llegó la Navidad y con ella la esperanza de un mundo
mejor donde el Hombre no abrigue rencores y que
la vida nos sonría a todos por igual, sin desesperaciones
ni conflictos.
Donde sea el Ser Supremo quien guíe nuestros pasos
por senderos de amor, esperanza y bondad para toda
la faz de la tierra. Que el amor sea el norte a seguir
ante tanta desidia e indiferencia y que brille la luz.

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