Finaliza el carnaval
agoniza la magestuosidad
y su brillo.
Los príncipes, las hadas,
los bufones y personajes de
sueños e idealizaciones
vuelven a esconderse en la
imaginación de los niños.
Los jóvenes y adultos
pasaron el tiempo de estos
sueños.
Si pudiese volver a soñar
como niño no sentiría
la pesada carga del un
presente diferente.

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