Fue un encuentro furtivo.
Un abrazo y una despedida.
Un acariciarse como niños.
Luego el recuerdo perenne
como el mar y sus ola tranquilas.
No fue posible llegamos tarde.
Pero nuestro encuentro dejó
un sabor dulce a mi vida
para pensar en ti.
Quedaste en mi recuerdo
y en mi corazón dulce y tierno
amor de horas gratas.

No hay comentarios.:
Publicar un comentario