No le digas a las estrellas
que brillen con mayor
intensidad.
Ellas tienen su propio brillo
y no te escucharán.
Al mar bravío más intenso
no trates de calmar
el corre con ímpetu y su compañero
el viento van mas allá.
Busca en la luna su sonrisa y te
sonreirá.
Ama con el espíritu
y sentirás que todo
tiene su encanto y algo más.

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