Te adueñas de mi y no se
escribir poemas.
Porque en el diario de mi
vida, tu eres mi poema.
Déjame saborearte
en la noche silente
cuando cómplice permite
que te piense.
Añoro en el tiempo
tus cálidos besos
que me elevan el sentimiento
tiembla mi cuerpo
erizas mi piel.

No hay comentarios.:
Publicar un comentario