La vida nos va dejando atrás y sigue su ritmo acelerado, nos vamos rezagando y dejamos atrás los años y las prisas
y los anhelos, sólo quedan las riquezas espirituales que van siendo nuestra compañía, porque quedamos aislados, cada quien a su vida activa y nosotros atrás, pero hay que tranquilizarnos, nada es para siempre y lo que ayer fue hoy no es.
Pero perenne como el tiempo, como el inefable sol que nos da su luz y como las olas que nos acarician, quedaste
tu en mi pensamiento y en mi corazón, eres una fuente de vida y al llegar a mi mente tu recuerdo siento la inefable alegría de haberte conocido y haber compartido tantos momentos bonitos junto a ti. Por todo lo que has significado en mi vida abro un paréntesis para imaginarte y darte las gracias por nuestro amor compartido y sentido en lo más profundo de mi ser. No estás pero estás porque hay un espacio inmenso y sin límites en mi corazón y mi alma para ti. Donde te encuentres oye mi voz, escucha los latidos de mi corazón y siente mi frente límpida que con mi rostro te sonríe.
Te amaré por siempre.
lunes, 9 de diciembre de 2013
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)

No hay comentarios.:
Publicar un comentario