No me detengo en el pasado
entorpezco la marcha
hacia el porvenir.
Me dejo llevar por el brillo
de las estrellas y el
incandescente sol
hacia un mundo desconocido
que sólo yo puedo adivinar.
Nada me detiene
el infinito es la seguridad
del que busca lo grande
lo inimaginable.
Nada me entorpece,
nada me hace daño,
estoy curtida por el tiempo
y todas las vivencias.

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