Me encanta el vaivén
de las olas del mar.
El continuo ir y venir
en la cotidiandad diaria
me envuelve para decirle
sí a la vida con mucha prisa.
Me agrada el contacto
de la piel al saludo afectuoso.
Creo firmemente en bondad
de la gente y le digo siempre
sí al Dios del Universo.
sábado, 3 de marzo de 2012
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