Cuando te re añoro
viene a mí tu cara bella
tus ojos cansados de tanto trajinar
de tus achaques de tu ancianidad.
De esa piel tan suave
que al tocarte se deslizaban mis manos.
de tus besos madre querida
de tu compañía.
A quien acariciar ahora
sin tu piel tan suave,
sin ti.
Te quiero.
martes, 2 de agosto de 2011
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