La brisa de la noche te acaricia
el frío de la mañana te despierta.
Mi corazón te añora y mi ser te ansía
locamente.
Cuando nos encontramos
me quedo anclada en tu piel
recorro tus caminos,
adivino tus deseos,
me haces esclava de tu encanto.
Una mendiga de tus besos.
Una esclava de tu ser.
Una inadvertida que ha caído en tu red.
De ese fuego de tu piel que quema,
que calcina por dentro
que nos lleva al éxtasis
y regresamos de él.
Yola (El Muñequito de Jade)
